Muralla de Segorbe
La antigua muralla que protegía Segorbe partía desde el castillo y descendía por la calle del Argén, discurriendo por lo que hoy es la calle Colón y la plaza de la Cueva Santa, para volver a encontrar el castillo por la calle Tirador y la plaza de las Almas.
Con una longitud próxima a un kilómetro, gran parte de su trazado fue desapareciendo con la apertura de calles y nuevas construcciones. Algunos tramos se conservan empotrados en las mismas edificaciones y sólo quedan a la vista unos 300 metros de lienzos, entre la calle del Argén y el comienzo del paseo de Sopeña.
El trazado que en la actualidad se puede contemplar es del siglo XIV, aunque con anterioridad ya hubo una fortificación anterior protegiendo la ciudad, de la que quedan los arcos del Argen, datados a finales del siglo XI, que servían como puerta de entrada a la población.