Ermita de San Cristóbal
La fundación de la ermita consta de finales del siglo XIV. La elección del titular de la misma, San Cristóbal, está relacionada por su emplazamiento como punto de control de las entradas por el norte y por el este a Cocentaina.
El edificio tiene planta rectangular de 11,70 x 2,80 metros, compuesto por una nave oratorio, sacristía y casa/hostal, esta última destinada en un principio como residencia del ermitaño y actualmente como restaurante. En el altar principal hay un retablo del titular de la ermita pintado en 1815 a costa de Soler y Diego, escribano de Cocentaina, restaurado en el año 1995.
Cuenta la leyenda que a mediados del siglo XV vivía el ermitaño Pedro Juan Escuder, personaje mítico en Cocentaina por sus profecías. El conjunto arquitectónico y el paraje se han convertido en un lugar de ocio importante, habilitado para uso y disfrute, es considerado como un punto importante de visita para los propios habitantes de Cocentaina, pueblos vecinos y visitantes.