Santuario de la Cueva Santa
Lugar de peregrinación, uno de cuyos impulsores fue Bonifacio Ferrer, hermano de San Vicente Ferrer, cuya orden habitaba la Cartuja de Vall de Crist.
El santuario de la Cueva Santa forma parte de uno de los más emblemáticos símbolos tradicionales, culturales, históricos y religiosos de la villa de Altura y de la Comunidad Valenciana, siendo un lugar tradicional de leyendas, cultos y misterio.
¿Quién no ha cantado de niño alguna vez esta copla?
Que llueva, que llueva
la Virgen de la Cueva.
Los pajarillos cantan,
las nubes se levantan.
Que sí, que no,
que caiga un chaparrón.
Habrá muchos que no sabrán que esta famosa rima se refiere a la Cueva Santa de Altura. La espaciosa cueva en la que se inserta el templo se conocía a principios del siglo XVI con el nombre de Cueva del Latonero (almez), por un corpulento árbol de esta clase que sombreaba la entrada del lugar. Sus bóvedas y paredes se integran en la estructura natural de la cavidad, a la que se accede mediante una escalera de anchos peldaños.
Cerca de la puerta de entrada se encuentra el altar de los milagros, denominado así porque en él se conservan gran cantidad de exvotos. En el tercer rellano de la escalera se encuentra un pequeño altar de alabastro, donde se dice que se encontró la imagen de la Virgen Blanca venerada en el santuario.
Al final de las escaleras, en el fondo, hay una capilla cerrada por una verja de aluminio, con un altar regalado en 1695 por la duquesa de Segorbe, que guardaba el relicario de oro puro y piedras preciosas en el que se inserta la imagen de la Virgen, realizada en yeso, también denominada la Blanca Paloma, que desafortunadamente fue robada en mayo de 2011 y aún no ha sido recuperada.
El origen de esta imagen, que tanto culto y veneración recibe en toda España, lo atribuye la tradición al padre Bonifacio Ferrer, hermano de San Vicente Ferrer, cuya orden vivía en la Cartuja de Vall de Crist, y del que dicen que empleaba sus horas de descanso en fabricar imágenes de la Virgen, que luego regalaba a los pastores que les visitaban.
Cuenta la tradición que un pastor habría dejado olvidada una de estas imágenes en la cueva, y que años más tarde, a principios del siglo XVI, una mujer se le aparecería a otro pastor indicándole el lugar donde hallaría la imagen de la Virgen en la Cueva del Latonero.
No se sabe a ciencia cierta cuándo se edificó la primera capilla en la cueva. Varios especialistas la han fechado en 1574, pero otros afirman que anteriormente ya existía un pequeño altar administrado por los cartujos.
Completan el recinto una ancha replaza rodeada de muro y la antigua hospedería del santuario, que no obedece a ningún plan arquitectónico preconcebido, sino que desde el siglo XVI, se ha ido construyendo y reformando según las necesidades.
El santuario de la Cueva Santa es además lugar de recepción de diversas romerías, entre las que destacan las de Segorbe, Alcublas, Bejís, Jérica o La Vilavella.
Martes a viernes de 10 a 13 y de 15 a 18 h.
Sábados y domingos de 10 a 18 h.
Enlaces de interés
Wikipedia: Santuario de la Cueva Santa
Artículo de José Ángel Planillo: La Cueva Santa: ¿iniciación, implantación o adaptación de un culto?