Abu Zayd, el despojado rey de Valencia aliado de Jaume I
En la ciudad de Calatayud, en 1229, pacta ayuda militar y vasallaje al monarca.
Abu Zayd o Abuceit, es uno de los personajes clave en la conquista del reino de Valencia. El último señor almohade de Valencia, era biznieto del califa bereber Abd-Al-Mucmin, portador, pues, de sangre real.
De porte majestuosa, Abu Zayd, natural de Baeza, se había iniciado en las tareas políticas de la mano de su sobrino, el califa Yusuf II, que lo nombró gobernador de Valencia. La posición de Abu Zayd en la ciudad pronto se tornó complicada. El descontento de la población a causa de la corrupción del poder local y las constantes amenazas que provenían, tanto del norte cristiano (Aragón y Castilla) como del sur musulmán (Murcia y Denia) aumentaron aún más impopularidad de los almohades entre los ciudadanos.
Uno de los más firmes aliados de Abu Zayd en esta época de convulsión fue el noble Blasco de Alagón, que residía en la ciudad del Turia, acomodado en el mismo palacio del gobernador (el actual convento de la Puridad), desnaturalizado del reino de Aragón por haber asaltado y robado a la primera mujer de Jaume I, Leonor de Castilla.
Tras la muerte del califa Yusuf II, la descomposición política se agravó y con ésta la soledad de Abu Zayd, que se vio obligado a buscar la protección de Fernando III, el rey santo de Castilla. Las cosechas arruinadas por una plaga de langostas y la falta de alimentos alentó la rebelión de la población y la llegada a Valencia, desde Onda, del descendiente del rey Lobo, Zayyan Ibn Mardanis, capitaneando el derrocamiento de Abu Zayd, que tuvo que abandonar la ciudad con su séquito y su familia en 1229, camino de Segorbe, uno de los pocos territorios seguros donde se pudo instalar.
Para salvarse de las amenazas de Zayyan, y con el deseo oculto de recuperar la ciudad de Valencia, pacta con Jaume I en 1229, en la ciudad de Calatayud, la ayuda militar y el vasallaje, así como la rendición de una serie de castillos imprescindibles para la conquista de capital musulmana. Su conocimiento del territorio y la estimable colaboración de Blasco de Alagón, alertaron al monarca de la importancia de esa conquista y de la manera más adecuiada para llevarla buen término.
Abu Zayd adoptaría el cristianismo con el nombre de Vicente Bellvis, en una conversión no exenta de mitos, ligada al martirio de dos monjes franciscanos martirizados durante su mandato en Valencia. Jaume I lo recompensó con diversas propiedades (Ibi, Castalla, Onil, Tibi, entre otras) y sus descendientes se emparentaron con la nobleza cristiana.
Abu Zayd debió de fallecer entre 1265 y 1270.
En Argelita se hayan los restos de su antiguo palacio y parte de su osario está custodiado en el convento de la Puridad de Valencia.