Reconciliación de Jaume I con su hijo Pedro
El castillo de Xàtiva fue testigo de la reconciliación entre el infante Pedro y su padre Jaume I tras los desaires y conflictos creados durante la confrontación con su hermanastro Fernando Sánchez de Castro. La Crónica nos ha traído un ajustado relato de los acontecimientos:
"Al cabo de tres o cuatro días recibimos del infante un mensaje, en que nos pedía que le enviásemos el obispo de Valencia y dos caballeros de nuestra confianza. Así lo hicimos; mas entretanto, dejando convenientemente guarnecida la plaza de Algecira (Alzira), nos fuimos a Játiva, donde al cabo de muy poco tiempo, el viernes antes de Navidad, compareció el obispo de Valencia, y Nos dijo aparte y con gran secreto :-Señor, sabed de cierto que el infante quiere entregárseos sin ninguna condición ; y que al efecto se os presentará aquí en Játiva para pediros que le perdonéis, dispuesto a hacer en todo vuestra voluntad.-Plúgonos en gran manera tal noticia y efectivamente aquel mismo día compareció el infante con todos los suyos, entrándose en la casa donde nos hospedábamos Nos en Játiva. Al descubrirle, nos levantamos; y después de haberle hecho el buen recibimiento que merecía, ya que tan gozoso y humilde se presentaba ante Nos, le dijimos que se fuese a acostarse, y que luego al día siguiente hablaríamos los dos de nuestros negocios. Sin embargo, en vez de ceder a nuestras instancias, nos contestó que no tomaría posada en ninguna parte del mundo hasta tanto que le hubiésemos perdonado; y que ante todo mandásemos llamar a nuestros caballeros y a los hombres buenos de la villa, conforme lo hicimos…Y arrojándose en seguida a nuestros pies, nos los besó, suplicándonos por Dios que le perdonásemos. Nos sentirnos tan viva emoción en aquel momento, y excitó tanta compasión en Nos, que no pudimos resistir, y al punto nuestros ojos se anegaron en lágrimas; de modo que en vista de su humildad y de la devoción que nos tenía, no pudimos menos que perdonarle".
(Crónica, cap. 520)
"El día siguiente hicímoslo comparecer ante Nos en la iglesia de San Félix, adonde vino con el maestre del Hospital, al cual tenia preso, y nos trajo en aquella ocasión para entregárnoslo".
(Crónica, cap. 521)