La encomienda de Torrent: la Orden del Hospital en el reino de Valencia

Iglesia de San Juan del Hospital en Valencia
Iglesia de San Juan del Hospital en Valencia
Iglesia de San Juan del Hospital en ValenciaIglesia de San Juan del Hospital en ValenciaIglesia de San Juan del Hospital en ValenciaTorre del castillo de TorrentTorre del castillo de TorrentTorre de SillaCercera del MaestratPlano de Burriana según Viciana

Los hospitalarios estuvieron al servicio de Jaume I en la conquista de Valencia.

La Orden de San Juan de Jerusalén, nace en Tierra Santa, en el siglo XII, para ofrecer hospitalidad a pobres y peregrinos, defenderse de los musulmanes y colaborar con los cruzados en la conquista de los Santos Lugares.

La misión principal de los primeros hospitalarios en España será la de obtener fondos para el Hospital de Jerusalén. Su hábito era  negro y sobre la capa llevaban la cruz blanca, distintivo de la orden, que en guerra destacaba sobre la cota de color rojo.

En Aragón gozan de una gran acogida por parte de Alfonso el Batallador, que los encauza hacia una nueva misión: la colaboración en la reconquista y repoblación de las tierras sometidas al Islam. El año 1149 ya están, junto a la Orden de Temple,  en la ocupación de Tortosa. Ramón Berenguer IV premia su actuación en el reino con la donación de  la villa de Amposta, que se convertirá en su sede central.

Las órdenes militares, fundamentalmente las del Temple y las del Hospital, ejercieron un papel importante a la hora de defender la frontera valenciana y colaborar con Jaume I en la conquista de nuevos territorios. Una vez alcanzados los objetivos, estas instituciones recibían posesiones, repoblaban, cristianizaban la zona y acababan actuando como auténticos señores feudales.

Con Jaume I, los hospitalarios estarán al lado del monarca en numerosas ocasiones. Según relata en la Crónica, el maestre Hugo de Follalquer está presente en la reunión de Alcañiz, junto al noble Blasco de Alagón, donde se aborda la conquista de Valencia y su paso previo con la toma de Burriana. El 15 de enero de 1232, Jaume I concede a la Orden de los Hospitalarios las villas y castillos de Torrent y Silla, una vez alcanzada la conquista de la capital.

En la conquista de Burriana son los fiadores del rey, junto  los templarios,  en un momento crítico donde la escasez de provisiones pone en peligro la campaña.

Los frailes del Hospital, antes de la conquista de Valencia, ya acumulan posesiones en Cervera, Amposta, Oropesa y Olocau, entre otros lugares. La Orden fue creando encomiendas en cada una de las unidades señoriales que iban recibiendo, al mando de la cual había un fraile responsable, que obedecía directamente la autoridad del Castellán de Amposta, nombre que recibía el Maestre de la Orden en el ámbito de la Corona de Aragón

Una vez conquistada la ciudad de Valencia, el 9 de octubre de 1238, la Orden levanta su iglesia y el hospital y cementerio adyacentes, dentro de la demarcación territorial de la antigua parroquia de San Andrés, frente al portal de la Xerea, entre la judería y la catedral, lugar donde habían instalado su campamento durante el asedio y conquista de la ciudad.

La iglesia de San Juan del Hospital fue una de las primeras que se abren al culto y pronto se convierte en un importante centro religioso, foco de donaciones y enterramientos, provocando las quejas de las parroquias urbanas, que veían mermados sus recursos en beneficio de la Orden.

El 28 de noviembre de 1248 Pere de Granyana, comendador de la Casa del Hospital de Valencia y de la encomienda de Torrent, otorga la carta puebla de Torrent, como ya había hecho, en 1243, con Silla y, en 1244, con Sueca. Cincuenta familias procedentes en su mayoría de Cataluña y Aragón recalaran en el nuevo asentamiento.

En la segunda mitad del siglo XIII la orden amplia sus dominios valencianos con la incorporación de Vilafamés, hacia 1250,  Onda, en 1280, y Perputxent, en 1289.

Tras la  disolución de la Orden del Temple, en 1317, los bienes de la extinta institución en los reinos de Aragón y Cataluña pasan a manos de la Orden del Hospital, mientras todas las propiedades  templarias y sanjuanistas en el reino de Valencia, quedan atribuidas  a la nueva Orden de Santa María de Montesa.

A partir del verano de 1319, cuando son entregados definitivamente los bienes a la nueva orden, la presencia de los Hospitalarios en el reino de Valencia queda reducida al tamaño de una pequeña encomienda, llamada de Torrent, centrada en las casas e iglesia de la ciudad de Valencia y los señoríos de Torrent y Picanya. A partir de ese momento, la institución sanjuanista difícilmente puede atender al sostenimiento del hospital, que acaba siendo clausurado  

 

Esta web utiliza cookies, puede ver nuestra política de cookies, aquí. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso.
Política de cookies