La influencia de los judíos
El siglo XIII está considerado como la Edad de Oro de los judíos valencianos.
Los siglos XII y XIII forman el periodo más brillante de la historia de los judíos españoles: en esta época destaca un gran número de hombres notables al lado de los reyes. Médicos, astrónomos, escritores, filósofos, comerciantes o hacendistas gozan de los favores reales y prestan señalados servicios al país que los acoge. La población hebrea vive tranquilamente en sus juderías, con sus leyes y sus magistrados, bajo la protección de los monarcas.
Los repartos en Mallorca y Valencia ilustran la generosidad de Jaume I hacia musulmanes y judíos que contribuyeron a la consolidación del reino, entre los que se puede destacar a Astrug de Bonsenyor, secretario principal del rey. La medicina era uno de los campos donde gozaban de amplia reputación. A pesar de la prohibición de los concilios, todos los soberanos del siglo XIII tenían cerca de ellos médicos judíos.
A Jaume I le acompañaba Jucef Abentrevi al que recompensó con una pensión. En la corte de Aragón, Jahuda, baile y tesorero general del reino, fue un judío rico y poderoso, consultor habitual del rey en los negocios de la monarquía.
El siglo XIII está considerado como la Edad de Oro de los judíos valencianos. Los privilegios que Jaume I les otorgó tras la reconquista de las tierras levantinas provocaron la llegada de numerosos judíos provenientes de Cataluña y Aragón.
Jaume I estuvo muy interesado en crear comunidades hebreas fuertes que estaban, además, bajo su protección. Mientras los sucesivos papas reclamaban una mayor presión sobre esta comunidad, que la equiparaban con la musulmana, el monarca mantenía en puestos de responsabilidad a un buen número de judíos que actuaban como intérpretes, recaudadores, bailes y arrendadores de rentas. Prueba de ello es que las aljamas judías se instalaron las 27 localidades más importantes del Reino.