El tiempo en la época medieval
El paso de las horas en la época medieval no se ajustaba a la precisión actual. El sol y las campanas de las iglesias eran los referentes obligados.
La noción del tiempo y el paso de las horas en la época medieval no tenía, ni mucho menos, la dimensión moderna. El sol y las campanas de las iglesias eran los referentes inmediatos para evaluar su cadencia.
Las iglesias de los monasterios tocaban las campanas cada tres horas coincidiendo con la actividad de los monjes: Maitines, a la medianoche, Laudes a las tres, Prima a las seis, Tercia a las nueve, Sexta al mediodía, Nona a las tres de la tarde, Víspera a las seis y Completas a las nueve de la noche.
En las ciudades, las campanas de las parroquias y la luz solar marcaban el ritmo de la actividad. La dificultad para medir el tiempo fue resuelta a partir del siglo XIV gracias a los relojes de pesas y campanas, que se empezaron a instalar en las torres de los ayuntamientos de las grandes ciudades.
Algunos ejemplos de estos tipos de relojes que encontramos en el territorio valenciano son los relojes solares de la iglesia de Catí, el de la Iglesia parroquial de Vistabella del Maestrat y el de la plaza del Almudí en Onda, además de los relojes del castillo de Cofrentes y el de la Iglesia de Nuestra señora de los Ángeles de Chelva.