Burriana - Ruta de Vila-real -
Durante la época musulmana Burriana fue la ciudad más importante al norte de Valencia. Nacida en el siglo IX como reagrupación de diversas alquerías, es ya citada por el geógrafo al-Razi, a mediados del siglo X con el nombre de Medina Alhadra (Ciudad Verde), por la fecundidad de sus huertas.
Sobre el origen del nombre de Burriana circulan diferentes versiones, ya relatadas en el siglo XVI por el cronista Viciana. Aunque los árabes la llamaron Medina Alhadra, la denominación actual de la población era muy antigua. La primera interpretación es la que une el significado de “Buris”, en latín, y “Ana” en griego: suelo favorable a la labranza.
Una segunda indica que la ciudad fue fundada por los griegos procedentes de la provincia de Buris. Otra, remonta el origen del nombre a setecientos años antes de Cristo, época en la que Sic Ano fundó este poblado con el nombre de Brigiana, que quiere decir, población fuerte de Ana.
Tomada temporalmente por las tropas de El Cid en 1.087, fue Jaume I quien la conquista definitivamente en 1233. La importancia del enclave viene reflejada en la propia crónica del rey, que se extiende largamente en el relato de su asedio y conquista. En ella cuenta cómo, una vez más, los nobles aragoneses están a punto de traicionarlo abandonando el lugar, repitiendo la experiencia de Peñíscola acaecida en 1225.
Jaume I en esos momentos llora, lleno de frustración y amargura. Sabe que tratan de humillarlo. Lo quieren llevar a la derrota para debilitar y derrocar su reinado. Gracias al apoyo de los obispos, los nobles catalanes y a los consejos aragoneses el monarca logra mantener el sitio. Los problemas durante el asedio, sin embargo, no dejaron de suceder: la indisciplina fue constante, hubo escasez de abastecimiento, algunas de las maquinas de asalto fracasaron y cayó herido su tío y fiel colaborador, Bernardo Guillém de Entenza.
El propio rey tuvo que situarse en primera fila para evitar el desastre, con la esperanza de ser herido y abandonar el lugar con una noble excusa. Mientras que los musulmanes de la ciudad estaban bien abastecidos por mar, las huestes cristianas sufrían la carestía. Los traidores no hacen sino alentar la llegada de nuevos contingentes, con el objetivo de poner en evidencia la escasez de recursos y obligar a levantar el sitio. Jaume I negoció como último recurso la compra de unos barcos que facilitasen la llegada de suministros, tras una tensa negociación con los hospitalarios y los templarios, fiadores de la operación.
Los moros de Burriana, debilitados por el asedio y la falta de ayuda, pidieron un mes de prórroga. El rey les conminó a rendirse en un día o prepararse para la batalla final. Así, los sitiados claudicaron finalmente, a condición de abandonar la ciudad y ponerse a salvo en Nules.
La población musulmana fue expulsada tras la rendición y la ciudad permaneció bajo dominio del monarca, obteniendo la carta de población el mismo año de la conquista. La villa se mantendría fiel a la corona en los sucesivos conflictos históricos.
La crónica de Jaume I
"Si os aconsejase que fuéseis a poner cerco a algún fuerte castillo, malo sería el consejo, porque hay allí por lo menos cuarenta o cincuenta, que con sólo estar bien abastecidos, se burlarían de todo vuestro poder; pero, según yo entiendo, pudierais marchar sobre Burriana, que está situada en la llanura, cerca de vuestro reino, y allí podrá llegaros por mar y por tierra cuanto necesitéis, más fácilmente que si os internaseis demasiado. Confío en Dios que al cabo de un mes, a más tardar, os podréis haber apoderado de aquella plaza; hallaréis en ella abundantes provisiones; y por esto, si ha de valer mi consejo, este es el lugar más a propósito, para que por él deis principio a la conquista de Valencia. -Verdad es, señor,” cuanto os dice don Blasco, añadió el maestre; pues según refieren todos los que han estado en aquel reino y según pregona la fama, ningún lugar hay más a propósito que aquel para ser conquistado".
(Crónica, cap. 128)
"Así fue como tomamos a Burriana: y para que se sepa cuánta gente había en ella al tomarla, entre hombres, mujeres y niños, debo decir aquí, que sus habitantes eran siete mil treinta y dos; habiendo durado el sitio, hasta el día de la entrada, dos meses".
(Crónica, cap. 178)
Datos de interés
Habitantes: 33.269
Altitud: 12 m
Distancia a Castellón: 13 km.
Distancia a Valencia: 56 km.
Distancia a Alicante: 208 km.
Fiestas
- San Blas (3 de febrero).
- Virgen de la Misericordia (1 de septiembre).
Qué comprar
Naranjas. Azulejos y cerámica diversa.
Qué comer
Arroz a banda, arroz marjalero, arroz al horno, caldera, paella valenciana, etc. Pescados y mariscos frescos.
Naranjas. Postres y dulces artesanales como pilotes de frare, merengues, milhojas, coca o buñuelos.